El arte de vivir del director Gavin Wiesen

THE ART OF GETTING BY siempre había sido el gran reto, la tarea inútil que temía, la que constantemente tenía que apresurarme para hacer a la carrera en el ultimo minuto pensando en excusas por no haberlo hecho. Me di cuenta hace mucho que la tarea era una metáfora muy fácil para la Vida: las cosas que no queremos hacer, que tenemos que hacer si vamos a tener cualquier tipo de vida. Disciplina y trabajo duro. Trabajar y Luchar. Miedo al fracaso. El precio que todos tenemos que pagar… Todo tenía un elemento de “tarea”: Chicas. Deportes. Arte. Familia. Crecer.

En mi adolescencia, ciertos incidentes y episodios comunes – porque me estában sucediendo a mi por primera vez – me cayeron de golpe con tal poder emocional que casi me parecieron de película. Las imágenes y los recuerdos de aquella época duraron con claridad aguda, como una gran película. Me di cuenta que si esto era cierto para mi, encones debe ser igual para otros, sin importante que tan comunes son las experiencias. Pensé que si podía escribir una historia de ficción con un tema emocional similar a las situaciones que me conmovieron en aquella época, entonces podría poner al público en el mismo estádo mental sobre sus propias experiencias, ya sea que estén ocurriendo ahora o hayan ocurrido en el pasado.



Empecé a pensar en un personaje, una versión exagerada del niño que yo había sido, que se daba por vencido antes de intentar, que se siente fuera de lugar con sus compañeros y que como muchos niños, por un motive u otro, no se siente lo suficientemente digno para competir en un escenario que se convierte de mas alto riesgo al ir creciendo. Se convierte en el chico que ha terminado la escuela sin haber trabajado un día de su vida. Por supuesto, como cualquier adolescente hormonal masculino, todo lo que se requiere es que llegue una chica y capture su imaginación para que entienda el valor de hacer un esfuerzo. Que le de motives para INTENTARLO-algo, lo que sea. Y la vida para ese chico empezará a importar y las cosas rápidamente se convertirían en vívidas y divertidas, con mas significado y mas temerosa.

A través de la escritura, y después, su desarrollo y planeación y la producción, al tomar su propia vida George, Sally y Dustin, siempre regresaba a lo especifico, el detalle personal, para ayudar a que el viaje emocional de estos personajes tocaran tierra en una realidad que el público pudiera creer y relacionarse. Sabia que estába trabajando en un género conocido, con un marco de trabajo clásico-la entrada a la madurez de un joven, su primer amor y las pruebas que debe superar.  Era muy importante para mí ir en contra de la corriente para crear un sentimiento naturalista, de observación-de la cinematografía a las locaciones al cabello/maquillaje/vestuario- y luego hacer que eso evolucione en un estilo visual mas elevado al final, para reflejar las emociones de George, su evolución de desconectado a comprometido con el mundo, su sentimiento de transformación.

Tuve la suerte de tener un increíble equipo de personas unirse en un proyecto que, con recursos limitados, pudimos darle vida a esos detalles que había soñado por tanto tiempo. Pero mas que nada, tuve la suerte de tener a Freddie Highmore y Emma Roberts estelarizar a George y Sally—ambos jóvenes actores con mucha experiencia, ellos mismos en la cúspide de la madurez. Pudieron navegar convincentemente la transición rocosa de la inocencia a la experiencia, y de personificar las insinuaciones delicadas de un momento en particular en el tiempo que muchos de nosotros experimentamos.

Escrito por: Gavin Wiesen
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