Matt Ryan, el actor detrás de John Constantine

La intensa labor del galés Matt Ryan ha sido destacada por el periodismo en su excelente caracterización del ácido, caristmático, irreverente y moralmente comprometido John Constantine. Esta responsabilidad de ganarse a los fanáticos del cómic podría ser un lastre muy pesado para cualquier otro actor, pero sin dudas Ryan ha sabido capitalizar el desafío interpretativo, a la vez que apegar su look a la referencia del cómic, similar al que lucía el músico Sting en la década del 80: cabellera rubia, camisa con corbata suelta y un trench como marca permanente.

En cine Ryan coprotagonizó la producción de terror Armistice (A.K.A. Warhouse), realizada en 2013, para luego hacer lo propio con la iminente 500 Miles North. Ambas películas fueron dirigidas por Luke Massey. Otra incursión en la pantalla grande fue en 2011 con Flypaper, comedia de suspenso donde compartió elenco con Patrick Dempsey, Ashley Judd y Octavia Spencer.



Complementariamente, Ryan tiene una gran experiencia en la TV, con participaciones en series como Criminal Minds (en el rol de Mick Rawson) y The Tudors, además de la miniserie Collision.

Pero su experiencia actoral no se limita al cine y la televisión, ya que también tiene un prolífico background teatral, como miembro de la Royal Shakespeare Company, bajo dirección de notables como Rupert Goold y Greg Doran, y con varias obras realizadas en el teatro Donmar Warehouse, donde trabajó a las órdenes de directores como Michael Grandage y Peter Gill.

Uno de sus máximos éxitos sobre las tablas fue la puesta de Hamlet para la Michael Grandage Company, obra que en 2009 fue presentada en Broadway. Protagonizada por Jude Law, allí Ryan personificó a Horacio. Su última labor también fue con Law y la compañía teatral de Grandage, para una nueva versión de Enrique V.

Otro de los más recientes trabajos de Ryan ha sido su participación en el juego Assassin's Creed IV: Black Flag, donde llevó adelante la “captura de movimientos” (motion capture) para el personaje de Edward Kenway.
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