MI5: Elevar la acción

La esencia de “Misión: Imposible” siempre ha sido una escala épica y extraordinaria, desde la serie de televisión original, que llevó al público a grandes aventuras que traspasaron los límites usualmente estrechos del alcance televisivo. Pero en nuesta época, donde los cinéfilos ven tantas cosas gracias a los impresionantes efectos especiales y grandes acrobacias, ¿cómo mantienes el interés y elevas las expectativas cada vez más?

La respuesta, dice Christopher McQuarrie, es que no pienses en superar las expectativas en absoluto. Más bien te concentras en narrar la historia del modo más visceral y categórico posible.

“Pienso que un factor primordial en nuestro abordaje de este proyecto fue no hablar de comparaciones”, relata. “Puedes ver que las escenas del Torus siguen la tradición de Langley Heist que Brian De Palma integró en la primera película; de igual forma la secuencia del avión A400 sigue la tradición de la escalada de Burj Khalifa en ‘Protocolo Fantasma’; o la persecución en motocicleta en Marruecos sigue los pasos de la climática escena de John Woo en ‘Misión: Imposible II’. Pero creo que intentar comparar esto es como comparar manzanas con naranjas. La pregunta más importante es: ¿Honro la continuación de la historia en ‘Nación Secreta’? Comprobamos que no sólo se trata de crear espectáculos. Descubrimos que cuanto más íntima sea una película, el público se involucra más, las escenas tienen mayor alcance y los resultados superan las expectativas en cada toma”.

Sin embargo, las secuencias que McQuarrie menciona ciertamente llevaron al elenco y al equipo a situaciones que nunca imaginaron.

Dana Goldberg afirma que a Cruise lo impulsa un compromiso total con el realismo en las secuencias de acción de escala completa. “Tom suele decir que estas películas son engañosamente sencillas de realizar. Quizá no impliquen gran cantidad de efectos visuales de alta tecnología, pero en vez de eso, aquí se trata de acción práctica extrema, locaciones complejas y trabajo intenso”.


Para Cruise el trabajo práctico comienza temprano: cada película de “Misión: Imposible” se inicia con un periodo de intensa preparación física. Sólo que esta vez él tuvo que adquirir nuevas habilidades que no había requerido antes. “Mi forma de trabajar en las cintas de ‘Misión’ es que me agrada invertir meses y meses antes para preparar cada secuencia, en realidad desgloso las escenas y las secciono para decidir el tiempo adecuado de entrenamiento físico”, explica él. “Me integro en cada nueva cinta esperando aprender cosas distintas y otras maneras de hacer las cosas cuando ya tengo las habilidades”.

En “Nación Secreta” este proceso se realizó en cuidadosa calibración con Wade Eastwood, el coordinador de acrobacias de la cinta. Nacido en Sudáfrica, Wade fue atleta antes de obtener su primer trabajo cinematográfico: saltar de un helicóptero en una película de guerra. A partir de ahí quedó fascinado con la realización de las acrobacias más increíbles que pueda imaginar.

Eastwood dice que no podría tener mejor compañía que Tom para las acrobacias creativas. “Tom es tan bueno en esto que hubiera podido ser un excelente doble si no fuera ya un gran actor. Así que colaborar con él es como trabajar con el doble mejor preparado... pero además combina la interpretación dentro de la acción de modo único. Tom hace el 100% de sus acrobacias y esto no es sólo una afirmación para los medios, es la verdad”, resalta Wade. “Para él nunca se trata sólo de la acrobacia, sino de encarnar cabalmente a su personaje como un agente que aprendió a sobrevivir contra todas las adversidades”.

Wade añade: “Lo mejor de Tom es que nunca está satisfecho. Siempre pregunta: ¿cómo podemos mejorar esto? Es sensacional y los dos nos integramos a ‘Nación Secreta’ convencidos de que debíamos crear las mejores acrobacias que se hubieran hecho jamás. Buscamos esos pequeños y exclusivos momentos que convierten las secuencias de acción en esta cinta en algo innovador”.

Cruise afirma que Eastwood camina en la misma cuerda floja que la franquicia. “Wade es muy consciente de la seguridad, pero también sabe que ésta es una ‘Misión’, así que debíamos ampliar los límites lo más posible. Puede hacer esto debido a que todas las personas que trabajan con él son de primera línea”.

A nadie le sorprendió que Cruise rehusara relajarse en lo referente a la acción. J.J. Abrams bromea: “Creo que lo más difícil de cualquier película de ‘Misión: Imposible’ es tratar de convencer a Tom de que no haga literalmente cualquier acrobacia posible que ponga en riesgo su vida, pues en seguida la hará sin dudar”.


SOBRE EL ALA DEL AVIÓN A-400


Mucha gente pensó que la acrobacia inicial de la película era tan impactante e imposible que sólo se podría crear digitalmente. Pero de forma auténtica al espíritu de “Misión: Imposible”, la acrobacia se realizó al 100% en vivo, dando a los cinéfilos un paseo escalofriante inimitable.

En la secuencia Hunt va sobre un avión, no en un avión, sino literalmente agarrado a la cubierta externa de una aeronave militar A-400 en pleno vuelo. Es la clase de fantasía, o pesadilla, que tienen los pilotos, pero que nunca intentarían en la vida real. “Cuando viajo en avión siempre pienso cómo sería ir afuera sobre el ala”, admite Cruise. Ahora tendría oportunidad de descubrirlo.

Simplemente obtener la autorización para usar un auténtico A400 fue un reto importante. Pero después, realizar toda la secuencia del audaz vuelo de Cruise fue otro desafío enorme. El golpe de viento sobre él era tan fuerte que para mantener sus ojos abiertos usó lentes esclerales. Los ingenieros trabajaron contra reloj para calibrar cada uno de los elementos necesarios.

Cruise recuerda cómo se realizó la filmación de la secuencia: “No pude dormir la noche anterior. Repasaba todos los aspectos en mi mente. Sabía que una vez que despegáramos, si algo salía mal, nadie podría solucionarlo. Pero al llegar el día me sentía muy confiado con nuestro equipo, con el piloto, con Wade… y cuando estuve sobre la cubierta del avión me sentí entusiasmado. Sólo pensaba en el público, en las tomas que podríamos obtener, en la interpretación. Empezamos a rodar por la pista y recuerdo que hacia el final yo estaba colgando y le decía a Chris ‘Vamos, vamos’ Y de pronto aceleró y aumentó la velocidad de tal forma que sentí, ‘Diablos’, ¡vaya fuerza! Luego empecé a pensar ‘¿Ahora digo mi parlamento? ¿Hay buena iluminación? ¿Estoy en la sombra?’ Así que todas estas otras cosas ocuparon mi mente”.

Aunque cada vuelo aumentaba el riesgo y estremecía a Cruise, repitió 8 veces esta acrobacia que desafiaba la gravedad para asegurar que McQuarrie tuviera toda la cobertura que necesitaba.

Eastwood dice: “Es una de mis secuencias favoritas de la película, pero lo que no puedes ver es el colosal trabajo que implicó en cuanto a logística. Todo comenzó con Tom Hayslip, nuestro gerente de producción de la unidad, que libró una batalla para que pudiéramos disponer de un A400 real. Después tuvimos que persuadir a la tradicional tripulación del Airbus para hacer esto. Por mi parte presenté miles de dibujos y trabajo de pre-ingeniería para convencer a los encargados del Airbus de que no dañaríamos su avión. Una vez que ganamos su confianza todo salió perfecto, no hubo fallas”.

Abrams dice que la cruda realidad de una acrobacia como ésta es de un valor inapreciable en la realización cinematográfica. “Va más allá de lo creíble, pues Tom realmente voló sobre un lado del avión”, resalta. “Es una idea emocionante pues vivimos en un mundo de artificio. En estos días es difícil creer que sea real casi todo lo que vemos, por eso es cardinal cuando Tom realiza estas acrobacias de verdad sin los efectos visuales que cualquier otro usaría, esto hace que la película se sienta aún más como un enorme evento”.

David Ellison explica el sentimiento que generó la filmación de este audaz momento en la película: “Quizá la secuencia del A400 es la pieza de set única más ambiciosa que se ha construido”, comenta. “Nunca olvidaré cuando vi las primeras tomas: observas al avión que despega con Tom colgando sobre un lado... y la cámara no se detiene. Esperas que haya un corte pero eso no ocurre, lo cual te causa una profunda sensación en la boca del estómago, como ninguna otra cosa lo haría”.

Simon Pegg tuvo una visión distinta de la escena, pues encarna a Benji, que se comunica horrorizado con Ethan desde la pista de despegue. “La secuencia del A-400 muestra la esencia de nuestra relación en esta película: Tom está sobre el ala del avión mientras yo estoy sobre el pasto”, bromea Pegg. “Pero en realidad fue una completa locura ver lo que hizo Tom. En mi opinión, incluso sobrepasó la secuencia de Burj Khalifa en ‘Protocolo Fantasma”, pues en aquella toma estaba a gran altura, pero aún estaba unido a la tierra en cierto modo. Sin embargo en esta escena está incluso más alto pero no está amarrado a nada. ¡Se encuentra en el exterior del avión! Fue impresionante y ridículo. No sé lo que hará después para mejorar esto. Quizá saldrá al espacio exterior…”.

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BUCEAR DENTRO DEL TORUS


En realidad, quizá Cruise ya superó la secuencia del A-400 con una acción más sutil pero aun más demandante físicamente: contener su respiración durante varios minutos mientras hace una audaz incursión al interior de las instalaciones submarinas del Torus.

Ethan Hunt ya había irrumpido antes en edificaciones de seguridad, pero ésta es excepcional pues se debe sumergir en una construcción hipersegura en la profundidad submarina sin el ruido de un equipo de buceo, pues eso lo delataría. “El Torus es una increíble estructura bajo el agua”, dice Jake Myers. “Es algo que el público nunca ha visto antes”.

Cruise está habituado al trabajo submarino, pero se sometió a un nuevo adiestramiento para hacer posible esta secuencia que los pulmones difícilmente soportan en la realidad.

“Mi gran pregunta sobre esta escena fue: ¿cómo podemos hacer que sea incluso más tensa para los espectadores y lograr que ellos experimenten cómo sería contener tu respiración durante este largo periodo? Tenemos un grandioso Torus que diseñó Jim Bissell y excelentes ideas de Chris, por eso yo sentía que mi interpretación debía estar a la altura de todo eso”, comenta Cruise.

Para este tipo de interpretación Cruise emprendió un aprendizaje intensivo de buceo libre, a veces llamado el "deporte más peligroso del mundo", en el cual atletas de élite se sumergen a profundidades que exceden de 200 pies sin equipo mecánico ni oxígeno, por lo cual se arriesgan a sufrir alucinaciones, desmayos, graves “colapsos pulmonares” u otros problemas. Pese a los riesgos, los verdaderos maestros de la técnica la han convertido en cierta clase de arte contemplativo, pues calibran con cuidado sus metabolismos internos y aprenden a reducir sus latidos cardiacos hasta el punto de ser capaces de sobrevivir en profundidades que antes se consideraban imposibles.

Cruise entrenó intensamente para contener la respiración largo tiempo y ensayó maniobras submarinas con atletas veteranos en Florida y las Islas Caimán, logrando practicar el buceo libre hasta una profundidad de 40 metros. Pero su objetivo era distinto al de la mayoría. En lugar de sólo aprender a relajarse en un estado carente de oxígeno, él debía interpretar sin aire una compleja secuencia de acción.

“Debo decir que físicamente ésta fue sin la menor duda la parte más difícil de la película”, declara Tom. “Filmamos largas tomas y cuando tu cuerpo se mueve tanto quema oxígeno mucho más rápido, así que implicó un gran estrés físico. Fue notable lo que esto me causó corporalmente... después de practicarlo requería mucho más tiempo para recuperarme que en otras secuencias”.

Cruise admite que debió convencer al equipo de acrobacias de que la maniobra de contener el aire por tanto tiempo no sería un peligro demasiado grave. “No se sentían cómodos al principio pues usualmente en las películas una secuencia submarina puede implicar que alguien contenga la respiración durante 10 o 15 segundos como máximo”, explica el actor. “Por ello les demostré que esto no sólo era seguro, sino mucho mejor, pues aprendí esta técnica de contener el aire durante largos periodos y podía hacerlo de manera relajada. En términos de contener el aire tuve siempre todo bajo control, pero físicamente fue agotador. Me dolían los tendones después de hacer muchas tomas como ésta. Pero también fue fascinante. Aprendí mucho sobre mi cuerpo y cómo funciona”.

Eastwood afirma que esta demostración de Cruise asombró a los miembros del equipo de acrobacias. “Como todo lo que hace Tom, de verdad se esforzó en este campo y logró la proeza de contener la respiración durante 6 minutos, lo cual requiere un estado Zen profundo”, señala el coordinador de acrobacias.

La secuencia resume lo que ha convertido a Tom Cruise y Ethan Hunt en un par inseparable. “Tom hace las películas para los espectadores. No para sí mismo”, explica Granger. “Así que cuando se presiona al límite, trabaja 20 horas al día en la secuencia submarina del Torus y sale del agua cada día estremecido después de contener su respiración una y otra y otra vez... él hace todo eso porque le encanta la idea de que el público va a contener su respiración junto a él”.
Un salto operístico en Viena

Otra orgullosa tradición de “Misión: Imposible” es recorrer el planeta para usar como piezas de set bellas estructuras inspiradoras. “Misión: Imposible – Nación Secreta” continúa esto con una secuencia en la Casa de Ópera Estatal de Viena, ornamentada obra de la época del Renacimiento en el corazón de una de las ciudades arquitectónicamente más ricas de Europa.

Filmar esto fue un sueño hecho realidad para Cruise. “He estado en Viena muchas veces y siempre pensé que esta construcción es tan hermosa y elegante que me emocionó ver la calidad romántica que aportaría a esta película”, comenta. “Sabía que la Casa de Ópera de Viena sería una secuencia distintiva. Incluso cuando era un niño pequeño me gustaba entrar a los grandes edificios y pensaba, '¿podría bajar en rapel de este techo si tuviera que hacerlo?’ Realizar esto fue estupendo y lo más asombroso es que ocurre durante la interpretación de una ópera”.

Cuando leyó el guión, Wade Eastwood supo que la secuencia de la Sala de Ópera nunca se podría realizar con una simple pantalla verde. “Necesitas la sensación auténtica y el peligro de estar en esa altura”, resalta. “Es una locación espectacular y al estar en una película de ‘Misión’ puedes ver todo desde la parte superior del edificio ¡como en ninguna otra ocasión! No fue fácil obtener el acceso al techo, pero la Comisión de Cine de Viena fue una gran colaboradora para lograrlo”.

La construcción, que abrió sus puertas en 1869 con una escenificación de “Don Giovanni”, de Mozart, ofrece una belleza excepcional con sus suntuosos frescos, estatuas aladas y hermosos arcos. También fue el escenario de una caída de 75 pies que tuvo a Rebecca Ferguson con el alma en vilo.

“Para Tom el salto fue algo sencillo; sin embargo tuvimos que trabajar con Rebecca todo el trayecto desde un descenso de 12 pies en nuestra área de ensayos de acrobacias, hasta lograr una caída de 75 pies en 40 ocasiones, sin que ella demostrara emoción alguna ni miedo”, dice Eastwood. “La felicité efusivamente, pues con esta escena entró al mundo de 'Misión: Imposible’ de modo ágil y aterrador. En pocas horas duplicamos las combinaciones y después las triplicamos, pero lo logró. No sólo lo hizo de forma estupenda, también aportó la energía de Ilsa Faust a las escenas”.


UNA CARRERA A TRAVÉS DE MARRUECOS Y LONDRES


Parte de la acción más intensa en “Misión: Imposible – Nación Secreta” es también la más primigenia: persecuciones clásicas en carretera que generan adrenalina y rozan los pedales con el suelo. Para Cruise, inclinarse en peligrosos grados detrás de un volante es natural. Él ha realizado carreras de autos y muchas acrobacias como piloto, pero sobre esta película afirma, “Deseábamos llevar esto a un nivel totalmente nuevo y hacer cosas muy extremas con relativa seguridad”.

Esto significó entrar a la pista con Eastwood, cuya especialidad son las acrobacias con autos. Wade estaba fascinado ante la posibilidad desde el momento en que llegó para entrenar a Cruise. “En esta película hay muchas tomas de alta velocidad y manejo de precisión usando automóviles muy rápidos y motocicletas muy rápidas en carreteras muy peligrosas”, explica él. “Por eso, aunque Tom es muy experimentado, le sugerí regresar a lo básico para que resultara incluso mejor piloto de lo que ya era. Por supuesto, Tom siempre da el 120%, así que aceptó y superó las expectativas”.

Eastwood continúa: “Las escenas de manejo son mi género y puedo decir que la calidad de Tom como piloto es impresionante. No hay otro doble que pudiera usar para estas persecuciones en lugar de él, pues domina estas habilidades como ninguno y mantiene su personaje todo el tiempo”.

Cruise pudo manejar un automóvil que representa la esencia de “Misión: Imposible”, una combinación de lo clásico y lo exuberante, un sedán M3 de BMW de alto rendimiento, así como una motocicleta deportiva s1000rr de BMW.

“Fuimos afortunados de tener el M3 como nuestro automóvil distintivo en esta película, es un magnífico corredor”, comenta Eastwood. “También tuvimos pleno soporte técnico de BMW, lo cual fue fantástico. Ajustamos los frenos de mano y cosas así, pero aparte de ciertas modificaciones menores, los autos que usamos fueron de línea. Probar el M3 en las carreteras de Bretaña para mí fue la mejor parte del trabajo. Las motos BMW también son excepcionales. De verdad tuvimos el mejor automóvil hooligan y la mejor motocicleta hooligan. Esa motocicleta tiene muchos caballos de fuerza, lo cual es emocionante, pero una desventaja es que incluso para el mejor piloto es fácil estrellarse. Tom trabajó hasta tener completo control de ella y entonces hicimos la secuencia con seguridad”.

El rodaje en Marruecos implicó sus propios retos, desde el ardiente sol hasta los alacranes, pero todo fue tomado con buen humor cuando los realizadores cinematográficos vieron las tomas que obtenían. “Cuando ves las escenas del helicóptero planeando sobre Casablanca simplemente te quedas sin aliento”, comenta Jake Myers, “es impresionante la forma en que la ciudad está situada sobre el agua, con las torres de los minaretes. También tiene estrechas calles como laberintos, así que fue asombroso ver a las motocicletas BMW pasar como torpedos a alta velocidad”.


Las motos llegaron a velocidades sin precedentes. “Creo que la persecución en Marruecos sorprenderá a los espectadores”, dice David Ellison. “Utilizamos aparejos que no se habían usado y el resultado es que tienes oportunidad de ver realmente a Tom en una motocicleta a alta velocidad. No hay efectos especiales. Al igual que con la secuencia del A400 y las tomas cuando contiene la respiración bajo el agua, Tom hace exactamente lo que Ethan debe hacer, esto es lo que convierte cada película de ‘Misión’ en algo único. Por supuesto, nos aseguramos de que las acrobacias sean tan seguras como sea humanamente posible y hacemos ensayos interminables, pero al final del día, Tom está dispuesto a ponerse en peligro, lo cual hace que su interpretación sea única en su clase”.

Una de las secuencias favoritas de Cruise es excepcional, una carrera a pie por el corazón de Londres. “Es una ciudad que amo y esta persecución es como escribir una carta de amor a Londres: pasamos por las calles empedradas, la niebla, la Torre de Londres. En verdad disfruté correr con Rebecca a través de estas calles en una especie de juego del gato y el ratón”, comenta Cruise. “Fue divertido imaginar toda la logística, explorar lugares, encontrar las calles adecuadas y después dejar que la historia se narrara a través de la acción”.

El comentario de Cruise acerca de permitir que la historia se desarrolle a través de la acción parece resumir gran parte de la producción de “Nación: Secreta”. Dana Goldberg señala que a pesar de que el elenco y el equipo realizaron algunas de las más increíbles acrobacias de acción en vivo jamás intentadas y las expectativas se elevaron mucho más que en cualquier cinta previa, lo que la gente ama más de la película son los momentos divertidos y conmovedores en medio de la tensión que nunca cede.

“Por muy excepcionales que sean las acrobacias, sólo impactan a los cinéfilos si están integradas en la historia y sienten algo por los personajes”, concluye Goldberg. “Los momentos en donde ves a los personajes que se divierten y se revelan a sí mismos derivan en que las grandes secuencias sean incluso más emocionantes”.
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