La Gran Apue$ta: El Cruzado de Wall Street

En el centro moral de la historia está el irascible administrador de fondos de cobertura conocido en la película como Mark Baum, interpretado por Steve Carell, actor nominado al Oscar. Baum, que dirige la subsidiaria de Morgan Stanley en FrontPoint, fascinó a Carell en varios aspectos. “Mark tiene un compás moral muy sólido, pero al mismo tiempo está inmerso en el mundo de Wall Street, por eso creo que en cierta forma se siente atormentado”, dice el actor. “Mark considera que es el caballero en la brillante armadura, incluso si ésta tiene algunas abolladuras. La reducción del mercado inmobiliario comienza como un intento de fastidiar a los bancos y él demostrará que estos tipos están equivocados. Pero a la larga, ¿qué significa esa victoria en términos de colateral humano? ¿Quién resulta realmente afectado? Mark se siente en conflicto debido a que gana toneladas de dinero de los bancos que exprimen a personas comunes de la clase media. Es un aspecto espinoso que debe resolver”.

La rabia de Baum hacia la avaricia de Wall Street está llena de angustia por una dolorosa pérdida que su esposa Cynthia (Marisa Tomei) le exige que reconozca. “Mark tiene un vínculo visceral con este terrible evento que ocurrió y se culpa a sí mismo en cierta medida”, explica Carell. “Él se pregunta, ‘¿Podría haber hecho algo más para evitar la tragedia? ¿Esto me transformó en alguien que no me agrada y nunca quise ser así en primera instancia?’ Hay muchas cosas que inquietan a Mark Baum en su interior”.


Para ayudar a Baum en su cruzada están los eficientes analistas de FrontPoint: Danny Moses (Rafe Spall), Porter Collins (Hamish Linklater) y Vinnie Daniel (Jeremy Strong). En apoyo a la causa de Baum estos sarcásticos jóvenes reformistas estudian números, formulan preguntas capciosas y hacen investigación de campo. “Estos tipos tienen corazones de leones”, afirma Carell. “Aunque parece que se divierten mucho, el verdadero trabajo nunca se aleja de sus mentes”.


Al retirar la cortina que cubre las tretas de Wall Street, Baum y sus protegidos emergen como un quimérico equipo de cruzados brutalmente honestos. “Si Michael Burry es el oráculo solitario que vio venir la catástrofe antes que nadie, los analistas de FrontPoint son los tipos en el nivel de la calle”, explica McKay. “Ellos bromean, maldicen, son divertidos, buenos chicos. En el centro de FrontPoint está Mark Baum, el feroz individuo que no confía en el sistema”.

La interpretación de Carell figura como la más reciente de varias colaboraciones que realizó con McKay, a quien conoció cuando ambos actuaban en la troupe de improvisación Chicago’s Second City; después volvieron a hacer equipo en las películas de Anchorman. Eso ocurrió antes de que Carell fuera nominado a un Oscar por su papel como John du Pont, el multimillonario filántropo de la vida real que se convirtió en asesino, en la película Foxcatcher. “Steve siempre fue un gran técnico con un ritmo perfecto, pero cuando lo vi en Foxcatcher, pensé ‘¡Santo Dios!’”, dice McKay. “Su interpretación me impactó de verdad”.

Carell aportó una inexorable búsqueda de excelencia para su papel, explica el director. “Steve se exigía a sí mismo sin cesar, una toma tras otra. Yo afirmaba, ‘Eso fue grandioso’, pero él respondía, ‘No, no, no, debe haber algo más’, y sin duda lograba profundizarlo. Fue una fabulosa colaboración”.

Parte de este trabajo conjunto incluyó tratar a administradores de mesa de dinero de la vida real. “Me reuní con algunas personas representadas por este personaje y analicé sus cerebros”, explica Carrel. “No deseas hacer una personificación de alguien, pues ése no es realmente el punto. Pero sí buscas reflejar una actitud y una forma de ser que estos hombres tienen”.

Carell se conectó instintivamente con el hallazgo de su personaje de que la corrupción que contamina el mundo empresarial se extiende mucho más allá de Wall Street. “Creo que al final de la película Mark tiene el corazón roto pues percibe la profundidad del fraude. Está rodeado de hombres despreciables que actúan por los motivos más tristes, huecos y egoístas, percibe la peor inmoralidad en las personas. Siempre esperas algo mejor de tus camaradas humanos”.
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