Silvia Pinal, un mito viviente del cine y televisión nacional

La actriz Silvia Pinal, es un mito viviente del cine y televisión nacional, que ha incursionado en la actuación, la política y los negocios: entre sus mayores logros, el programa Mujer... casos de la vida real.


La reconocida artista comentó que “habíamos terminado el rodaje de la cinta 'El extraño en la escalera', yo venía de Cabo de Hornos, en Chile, nunca imaginé lo que me pasarla esa tarde. Cuando descendí de la escalinata los flashes y las cámaras me enfocaron, los periodistas corrieron hacia mi, mientras la gente gritaba mi nombre. Fue entonces cuando comprendí que ya era la estrella: Silvia Pina!”.


Lo anterior, es el recuerdo que uno de los últimos mitos vivientes de la Época de Oro del cine nacional guarda como uno de los acontecimientos más importantes en su vida. Sus inicios fueron en radio, mientras estudiaba en Bellas Artes. A pesar de que ella quería ser actriz, su papá le exigió un título universitario, de ahí que se haya metido a estudiar Comercio, mientras tomaba clases de bel canto.

Vale la pena mencionar que el primer trabajo de Silvia fue como mecanógrafo de una de sus tías. En aquel momento era una niña, tendría alrededor de 14 años. Meses después, alguien le ofreció trabajar cinco minutos en un programa radiofónico.

Pasó el tiempo y nació una de las estrellas más admiradas dentro del cine nacional, la misma que hasta el momento ha participado en cerca de 100 películas.

Fue a finales de 1949 y principios de los 50 cuando debutó en la cinta Bamba, al lado de Carmen Montejo, quien llevaba el protogónico de la historia.

Silvia Pinal Hidalgo nació en Guaymas, Sonora, el 12 de septiembre de 1931. Nunca alguien hubiera podido imaginar que una chica provinciana llegara a tener tanta fama dinero y popularidad.

En repetidas ocasiones, Silvia ha mencionado que su afición por los escenarios la trae desde pequeña. Pinal fue quien comenzó una tradición de mujeres talentosas, actrices y cantantes, la cual está formada por Silvia Pasquel, Alejandra Guzmán y Stephanie Salas.


En sus inicios, Silvia siempre pensaba en superarse, por eso cuando le ofrecían algún trabajo, lo primero que decía era: “Ah!, ahora sí será un buen papel, con mejor crédito”.

Sin embargo, cuando su carrera se estaba elevando, contrajo nupcias con Rafael Banquells, quien era mucho mayor que ella. Tiempo después se divorció.

El día que recibió su primer sueldo importante, la actriz terminó de pagar un terreno que había comprado en abonos, el cual fue construyendo poco a poco.

“Todo era maravilloso, sólo que me di cuenta de algo: no tenía muebles! Eso si, cerros de ropa, porque desde siempre me ha gustado vestirme bien. Pero, bueno, ni cortinas tenía”.

En ese momento, Silvia comenzó a vivir una etapa llena de libertad, en la que ya no tenía que darle cuentas de nada a nadie, incluso ya podía tener los novios que ella quería, no los que su papá le imponía.

Para entonces, la Pinal tenía dos grandes responsabilidades: Viridiana Alatriste y Silvia Pasquel. No obstante, los años pasaron y conoció al roquerísimo Enrique Guzmán, con quien procreó a Alejandra y Luis Enrique.


En cuanto a amores se refiere, la Pinal ha compartido su corazón con cuatro personalidades: Rafael Banquells, Gustavo Alatriste, Enrique Guzmán y Tulio Hernández.

“Tuve cuatro matrimonios y ya, con esos fue más que suficiente”, refirió.

Resulta casi increíble que las mujeres se resistan a algún galán que se atreva a componerles una canción. En su caso, Silvia ha tenido la suerte de ser la musa inspiradora de Juanito García Esquivel y Enrique Guzmán, quien le compuso ‘Tus manos’.


Un día, David Antón le dijo a Silvia que Margarita López Portillo estaba vendiendo unos cines viejos, lo cual generó interés por parte de la actriz, quien siempre había querido un espacio propio. Por tanto, se asociaron y crearon lo que ahora conocemos como el teatro Silvia Pinal. Años después, el Sindicato de Trabajadores de Cinematografía puso en venta su edificio, el cual también compró con dinero que le prestó Alejandra Guzmán.

En 1991 fue requerida como candidata a diputada por el Partido Revolucionario Institucional. De 1998 al 2000 fue senadora por el mismo partido.

“No me puedo quejar, me ha ido muy bien en la política. Sin embargo, estoy consciente de que los actores no somos de sexenios, por eso nunca me meteré de lleno a ésta”. Con lo anterior, Silvia dejó claro que nunca fue de su interés lo gubernatura de su Estado natal y mucho menos la silla presidencial.

A lo largo de la carrera de Silvia Pinal ha habido muchísimos personas importantes, entre ellos está Luis Buñuel, quien nunca dejará de ser su gran amigo y maestro; al igual que su pintor más admirado, Diego Rivera, quien le obsequió un cuadro que se encuentra en un lugar muy especial del corazón y la casa de Silvia.


Otros de sus mayores orgullos son Mujer… casos de la vida real, serie semanal que estuvo más de 20 años al aire, y sus producciones teatrales, las cuales siempre fueron diferentes y de calidad. Muestra de lo anterior son Gypsy, Mame, entre otras.


En el 2000, Pinal tenía pensado producir la telenovela La bastarda pero fue cancelada por los problemas que tenía Silvia en aquella época.
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