Curiosidades del actor Danny Trejo

Danny Trejo nació en Los Angeles, tiene origen mexicano y su pecho tatuado es patrimonio universal de la masculinidad.

Trejo llegó a rodar 24 películas para cine y TV en un mismo año (2010). Sólo se detenía para limpiar de sangre el machete.

Fue campeón de boxeo en las categorías liviano y welter. Pero no en los rings de Las Vegas, sino en los de la cárcel de San Quintín.

En su primera película (Runaway Train/ Escape en tren) lo contrataron como entrenador de pelea para los actores. Y terminó siendo el peleador villano.



Danny admite que fue el más deseado entre 1985 y 1993: “Se hacían un montón de películas de bajo presupuesto sobre cárceles y en todas decían: ‘Ey, traigan a ese tipo mexicano’.”

Del bigote hacia arriba, es Danny. Del bigote hacia abajo, es Machete.

Es tan tierno como para amasar pan artesanal con formas de animalitos. Y tan duro como para rebanarlo, con mesa y todo, con su machete.

En el cine lo has visto actuar como asesino, sicario, cuchillero, gángster, agente federal, pistolero, soldado, convicto, narcotraficante y violador serial. Y aún así lo quieres.

Danny Trejo ha interpretado obras de Shakespeare y ha sido personaje de videojuegos. Vamos, consigue otro como él.

En el corto Simplicity, Danny interpretó a un barbero. ¿Dejarías que él te rasure?

En pantalla asesinó a mucha gente, y muchas veces lo han asesinado a él. Pero si haces la cuenta, ha salido ganando.

Danny inauguró Trejo’s Tacos, su propio local de comida mexicana en Los Angeles: los sirven con tenedor y machete.

Ha enfrentado policías, sicarios, anacondas y zombies. Y ellos ya no están entre nosotros.

Danny Trejo se tatuó a los 20 años, en prisión. El tatuaje ya ha aparecido en casi 200 películas y fue votado como el más reconocido del mundo por la revista International Tattoo.

Un duro nunca olvida: “A veces temo que alguien me despierte y me diga: ‘Ey, estamos todavía en la cárcel’.”

En el cine ha adoptado muchos nombres: Machete, Hoja de Afeitar, Cuchillo, Navaja… Danny Trejo siempre está al filo.
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